Capítulo 3 – Ciberataques: El Ciberacoso o CiberBullying
Entendiendo el CiberBullying
Ya que hablo de individuos que atacan usando Internet, voy a meterme de lleno en el tema del acoso digital (ciberbullying). Pero antes os dejo este vídeo de uno de mis mentores, Enrique Pérez-Carrillo (a partir del minuto 05:50):
A muchos padres ya no les sonarán raros términos como:
- ciberbullying (acoso digital que tiene lugar exclusivamente entre menores);
- grooming (acoso con fines sexuales, de un adulto a un menor);
- sexting (envío de texto, fotos o vídeo con desnudos o semidesnudos) o
- cyberstalking (definido unas líneas más abajo).
El Contexto Digital que Hace Posible el Ciberbullying
No sólo mediante un ordenador sino también a través del teléfono móvil, ese utensilio que los padres entregan a sus hijos para que sea utilizado en caso de emergencia, los menores disponen de una herramienta esencial para interaccionar socialmente.
En realidad, lo único que cambia las actividades que hoy realizan nuestros hijos con respecto a lo que hacíamos nosotros, es el medio utilizado, porque al fin y al cabo, ¿quién no ha pasado una nota doblada al compañero de clase para provocar que se ría?
Aún recuerdo como mantener una relación de amistad con alguien que habías conocido en Internet estaba considerado una temeridad.
Hoy, ya se empieza a percibir de otra manera (Meetic, eDarling, Match…), lo cual no nos exime de tomar ciertas precauciones, que dependerán del grado de sensatez o paranoia de cada uno.
La diferencia con respecto a nuestra infancia es que la de nuestros hijos está teniendo lugar en otro medio. Un medio que presenta numerosos retos inherentes. Estos retos son fruto de las características propias de una comunicación absolutamente global e instantánea.
Empleando el ejemplo de las notas de clase (usado en Agatson et al., 2012), ahora pueden ser vistas en cualquier parte del mundo. Al mismo tiempo. Por millones de personas (en caso de ser publicadas en el muro público de Facebook). Algo impensable en el pasado donde muchas veces, el contenido de las notas era conocido solamente por emisor y receptor.
El Efecto «Globáneo» como Elemento Clave del Ciberbullying
Este efecto “globáneo” es realmente lo que diferencia el acoso físico o clásico del digital.
Globáneo: término que acabo de inventar y que utilizaré para referirme al efecto de difusión global e instantánea que tiene lugar en Internet.
El efecto del acoso en la red incorpora un catalizador y un multiplicador (usando términos químicos).
El catalizador aumenta la velocidad de las reacciones sociales.
El multiplicador posibilita la explosión de la información publicada en todas direcciones. La presión que tiene que soportar un adolescente que sufre bullying varía mucho.
No es lo mismo percibir determinados rumores de boca de 4, 8, 10 o 20 personas; que ver una reacción en cadena de 794 comentarios chistosos, ofensivos o desagradables, procedentes de algunas provincias de España, sobre un vídeo tuyo, visto ya por 8.437 internautas. Vídeo en el que apareces en actitud vergonzosa.
Fatídicos Ejemplos de Ciberbullying
Ryan Halligan es un ejemplo muy extremo de las consecuencias que puede llegar a tener ese efecto globáneo.
Para quien no conozca el caso, se trata de un niño de 13 años que sufría bullying tradicional y digital (ciberbullying). Lamentablemente, decidió ahorcarse para terminar con una presión que fue incapaz de soportar.
Según cuenta su padre, su hijo tomó tan drástica decisión tras una enorme decepción. A esto hubo que sumar al efecto devastador de rumores difundidos por la red. Para rematar, la que él creía su novia publicó en Internet confidencias. Evidentemente, con la única finalidad de pasar un buen rato a su costa.
Otro ejemplo también comentado es el de Ghyslain Raza. Después de publicarse y difundirse el vídeo viral “Star Wars Kid” donde aparece emulando un combate con un “bo láser” improvisado, tuvo que cambiarse de colegio y recibir ayuda psiquiátrica (Agatson et al. 2012).
Los tipos de bullying que pueden sufrirse en Internet varían desde el acoso sexual a las humillaciones, falacias, intimidaciones, amenazas, calumnias, exclusión, chantajes u otros tipos de actos agresivos.
Sus consecuencias se ven magnificadas, no sólo por el efecto globáneo, sino también por el anonimato, la permanencia y la accesibilidad en todo momento.
Desgraciadamente, en cierto tipo de ciberacoso o ciberbullying, los propios afectados son quienes ponen en riesgo su imagen. No son conscientes de que deben custodiar convenientemente los dispositivos donde guardan información privada. Y cuando digo convenientemente incluyo desconfiar de sus inmaduras amistades.
De todos es sabida la crueldad propia de ciertas edades, que en Internet, se ve fomentada por el ya mencionado anonimato. Como siempre, hay distintas formas de evitar que un vídeo privado aparezca subido en Youtube
Algunas Medidas de Seguridad para Minimizar el Ciberbullying
La más efectiva es simple: no grabes aquello que no quieras que se difunda, y no te dejes grabar en situaciones que no quieres que sean públicas. No me valen excusas, pues todos sabemos que el móvil con cámara es una extensión de la mano.
Cuando se piensa en consecuencias en Internet, hay que considerar las particularidades de este medio y meditar muy bien los pasos que se dan.
Por supuesto que si se mantiene una adecuada política de seguridad, disminuyen muchísimo las posibilidades de descubrir vídeos o fotografías privadas colgadas en Internet.
Sin embargo, mi recomendación es que si dispones de información privada en medios digitales, plantéate cifrar los dispositivos (usando claves complejas) y mantenerlos alejados de la red.
Cifrarlos por si alguien tuviera acceso físico. No conectarlos a Internet porque no hay necesidad de arriesgar información privada de ese tipo.
Como he dicho antes, la realidad es física y digital. Cuando pienses en las consecuencias de tus actos en la realidad física, no olvides tener en cuenta sus efectos en la realidad digital.
Proteger la privacidad, en algunas ocasiones, no depende sólo de disponer de unos increíbles sistemas de seguridad con un software perfectamente actualizado. Por desgracia, una de las vías más fácil de explotar para obtener información privada, es una configuración errónea o excesivamente permisiva (pasmad@ te quedarías si supieras lo fácil que es conseguir la contraseña de tu conexión WiFi, si no se siguen los criterios de seguridad adecuados al configurarla —Ramachandran, 2011—).
Debes conocer cómo funciona todo aquello que supone una puerta al interior de tu vida privada y transmitírselo a tus hijos.
Claramente, el cifrado o una excelente configuración de seguridad no impiden la realización de montajes de vídeo o fotografía, en los que pueden incluir nuestra cabeza en el cuerpo de otras personas, generalmente desnudas, como han hecho muchos novios resentidos con su ex-pareja.
El Ciberbullying Inevitable
La cuestión es que hay determinados casos que no se pueden evitar, al menos inicialmente, por lo que la forma de abordar esas situaciones no requiere un enfoque técnico, sino más bien orientado a reforzar la seguridad en sí mismos de los que sufren esa versión de acoso (aunque siempre puede solicitarse la eliminación de determinados contenidos web, sin garantía de éxito por la descoordinación legal entre países, ¿pero cómo evitas que los usuarios se envíen correos con fotografías? No puedes).
La casuística es elevada y conforme vaya evolucionando Internet, irán apareciendo nuevas formas de producir esa insoportable presión social.
Por esto y otros motivos, la supervisión de un adulto no es suficiente para evitar el ciberbullying de sus hijos, y mucho menos, aislarlos de la red, pues los innumerables beneficios y posibilidades que ofrece Internet quedarían muy lejos de su alcance, además de una “autoexclusión” de la sociedad digital.
Eso tampoco lo queremos, y menos en un momento en el que la ciudadanía digital está cobrando una forma cada vez más definida y relevante en la sociedad.
Es el momento de inculcar educación sobre derechos y responsabilidades en el ciberespacio a la juventud, además de reforzar su conocimiento técnico sobre el medio.
Detectar el Bullying
No detectar y combatir este fenómeno puede suponer que nuestros hijos presenten diversas sintomatologías o sufran secuelas psicológicas (incluyendo el estrés postraumático y las conductas suicidas) como revela el Estudio Cisneros X.
Este estudio, si te preocupa el asunto del bullying y quieres profundizar un poco sobre cifras recopiladas en España, pues hasta ahora he expuesto casos más famosos en USA, deberías leerlo.
Sorprenden datos como la probabilidad de suicidio en respuesta al acoso (especialmente en los casos en que se reciben burlas o se sufre exclusión social, llegando a ser 5 veces más probable si la exposición es muy frecuente).
Los indicadores de violencia física son relativamente sencillos de detectar. No así, los daños psicológicos que pasan prácticamente desapercibidos, salvo en casos, por desgracia, demasiado avanzados (no esperes que los niños lo cuenten a sus padres, pues la tendencia mayoritaria es precisamente la contraria).
Está claro que aquellos jóvenes con problemas internos, que de forma evidente, en mayor o menor grado, se externalizan en forma de comportamiento, carencias o lenguaje no verbal, son más propensos a convertirse en una víctima del acosador.
Pero el ámbito familiar influye también en gran medida, siendo por ejemplo aquellos sobreprotegidos por sus padres y madres, los más tendentes a sufrir el bullying.
Te dejo una lista con indicadores que podrían orientarte sobre si nuestros hijos sufren acoso escolar “tradicional”:
- Pertenencias desaparecidas, rasgadas o rotas
- Arañazos, cortes o roces
- Pocos o ningún amigo
- Miedo al entorno escolar (incluido el medio de transporte o actividades extraescolares)
- Rutas ilógicas hacia el colegio o instituto
- Descenso del rendimiento escolar
- Tristeza, malhumor o síntomas de depresión
- Quejas frecuentes por dolor de estómago, cabeza u otras partes del cuerpo
- Problemas de sueño
- Pérdida de apetito
- Ansiedad, baja autoestima, etc.
Las causas genéricas por las que acosan determinados niños en el colegio (cuyo perfil se corresponde con niños dominantes, partidarios de la fuerza, impulsivos y que se frustran fácilmente, inclinados por comportamientos violentos, incómodos con las normas, carentes de empatía y/o agresivos) son:
- Necesidad de dominación y poder
- Satisfacción causando sufrimiento o daño a otros
- Refuerzo positivo o premio por su comportamiento (Agatson et al., 2012)
Esta última causa es la que más llama la atención. Si acudimos a uno de los precursores del conductismo, Thorndike, o al propio Skinner, es fácil concluir que una conducta determinada tendrá tendencia a repetirse si el sujeto en cuestión recibe un placer o refuerzo positivo.
Por tanto, si el niño que acosa percibe beneficios por sus acciones, ya sea en forma económica, si roba, o por el prestigio y estatus social que proporcionan sus acciones, éstas serán repetidas.
Diferencias entre Bullying y Ciberbullying
Hasta el momento, he hablado casi más del bullying que del ciberbullying. Obviamente porque están íntimamente relacionados y es muy difícil separarlos hoy en día.
Para diferenciar el bullying físico del ciberbullying, podría afirmarse que el acoso escolar tradicional o físico no es tan:
- globáneo;
- flexible, y
- variado como el digital.
Ahora gracias a Internet, podrías crear un perfil en un grupo de chat o red social de sexo extremo, proporcionar los datos de la persona a la que quieres fastidiar (teléfono y e-mail por ejemplo).
En pocos minutos su bandeja de entrada y su aplicación de mensajería instantánea rebosarían con cientos de mensajes con texto y/o fotografías relativas al sexo.
Se puede bloquear la cuenta de correo de una víctima.
Se puede suplantar si se conocen los datos de acceso (algo fácil de obtener entre amig@s del alma).
En fin, que las posibilidades son amplísimas, lo cual dificulta mucho definir adecuadamente qué es el ciberbullying.
Como puede apreciarse, para ciberacosar a alguien no se requiere un alto conocimiento informático, pero sí del medio. Aunque, evidentemente, si además de conocer el medio, entiendes su arquitectura y dominas aceptablemente en materia de informática, el ciberbullying va a ser, si se me permite la expresión, de mayor calidad.
Es decir, que para acosar todo vale y si el acosador, además, dispone de conocimientos técnico amplios, lo habitual es recurrir a tácticas que incluyen:
- lanzar exploit;
- aumentar privilegios;
- infectar el sistema, y
- recopilar toda la información necesaria sobre la víctima.
Ciberbullying entre YouTubbers
Un ejemplo muy gráfico de cómo puede lograrse que otros acosen por ti, tanto si lo haces de forma voluntaria como involuntaria, es el caso reciente (19 de febrero de 2013) de un famoso youtubber (individuo que publica vídeos en canales de YouTube) que se hace llamar JPelirrojo.
Este youtubber ha subido un vídeo en el que explica que se siente incapaz de continuar por los constantes y masivos insultos que recibe. Además recibe miríadas de críticas por parte de lo que denomina haters, que son internautas que dedican comentarios destructivos y negativos sobre los vídeos (en este caso concreto) que visitan.
Durante este vídeo explicativo, nombra a otro youtubber conocido como AuronPlay, que ha contribuido con sus críticas a su desánimo (afirma JPelirrojo), produciéndose como efecto inmediato una reacción de varios seguidores de JPelirrojo, que han enviado amenazas de muerte a AuronPlay, quien no ha tardado en replicar a JPelirrojo.
No sé cómo acabará esta historia, pero es evidente que sabiendo manipular el medio (no digo que JPelirrojo lo haya hecho conscientemente, pues incluso grabó un video donde se disculpaba), se pueden lograr muchas cosas. Incluso puedes conseguir que otros, posiblemente con habilidades técnicas superiores, las hagan por ti; ya depende de la inteligencia o capacidad estratégica de cada uno.
Como sugiere HolaSoyGerman, otro youtubber muy famoso, es preferible no prestar atención a los comentarios negativos para no fomentar los enfrentamientos.
Matices del Ciberbullying
En inglés se emplean palabras que definen con mayor precisión el tipo de acoso digital, ya que en España el término utilizado, ciberacoso, es muy amplio (aunque las tendencias de búsqueda muestran el término ciberbullying como predominante en España).
Algunos de los tipos de acoso que se pueden llevar a cabo en el ciberespacio son: ciberbullying, flaming, harassment, denigration, impersonation, outing and trickering, exclusion/ostracism y cyberstalking.
Vamos a verlas con un poco más de detalle.
Flaming vendría a describir el tipo de enfrentamiento público entre JPelirrojo y AuronPlay (que podría considerarse como un flaming moderado).
Harassment se emplea para referirse al acoso digital similar al ciberbullying, pero entre adultos y generalmente, a través de medios de comunicación privados.
Denigration, cuya traducción directa, denigración, sirve perfectamente para explicar el vocablo, queda aclarado observando el ejemplo antes mencionado de manipular imágenes de contenido sexual.
Impersonation o suplantación de identidad puede darse de varias formas; la más preocupante es aquella en la que el acosador conoce las credenciales reales de acceso (de e-mail o perfil de alguna red social) de su víctima.
Outing and trickering, se refiere al tipo de acoso en el que se difunde información cierta, aunque embarazosa, sobre la víctima. En concreto, trickering viene a referirse al hecho de engañar a la víctima. El objetivo es que proporcione información embarazosa, en el formato que sea. Amanda Todd podría ser un ejemplo también extremo, algo conflictivo vista la reacción de la sociedad.
Exclusion (exclusión) se explica por sí mismo y tiene un serio impacto emocional en las personas que la sufren, dada la necesidad humana básica de ser aceptado por grupos o personas.
Cyberstalking, podría interpretarse como repetidas y muy frecuentes amenazas y/o molestias a través de medios de comunicación directa, mayoritariamente digital o electrónica.
Los Roles en el Ciberbullying
Vista, de forma muy general, la interacción de los jóvenes en la red y las posibilidades que brinda con respecto al acoso, quiero destacar que los perfiles de acosador digital varían en cierta medida con respecto al acosador tradicional o físico. Lo cual propicia que no sea sencillo describir con precisión quién podría representar una amenaza potencial en este sentido, ya que incluso existen casos de acoso digital inconscientes.
Por consiguiente, nuestro esfuerzo como padres no termina en el conocimiento de la situación para transmitir a nuestros hijos consejos defensivos sobre un uso adecuado de la red, sino que también es necesario advertirles de cómo evitar conductas que podrían ser interpretadas legal o moralmente como acoso. Asimismo, la figura del testigo o elemento neutral del acoso, no actúa igual en el mundo físico que en el digital.
Generalmente el silencio por parte de quienes ven el acoso como espectadores, fomenta o alimenta la actitud del acosador, mientras que incrementa la sensación de humillación de la víctima.
En Internet, la tendencia de los testigos es más a tomar un papel activo. Repito que el anonimato proporciona un incremento de atrevimiento, no sólo de crueldad.
Consideraciones Finales Sobre el CiberBullying
Existen posibilidades elevadas de sufrir daños con efectos prolongados en muchos de los casos. Son muchos los distintos medios en los que nuestros hijos intervienen digitalmente (chat, mail, redes sociales, SMS, mensajería instantánea…). Da igual que tengamos un sistema blindado para ataques de crackers de nivel alto.
De todas formas, no pienses que sólo los niños son las víctimas del acoso en el ámbito escolar. ¿Acaso los profesores no están también presentes en las redes sociales? ¿Resulta complicado conseguir la dirección de correo electrónico particular de una profesora? Las agresiones digitales llevadas a cabo por un menor, dirigidas hacia un profesor se denomina cyberbaiting.
Lo positivo de que el acoso se dé a través de medios digitales es que puede ser más fácilmente detectable y demostrable. Al margen de la actitud del niño acosado, que puede ser un indicador inicial, existen varias formas de detectar e investigar este tipo de casos. Esa parte más técnica la veremos más adelante. Ahora voy a hablarte, sobre otras amenazas más complejas.
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Eduardo Orenes
Autor de «CiberSeguridad Familiar: Cyberbullying, Hacking y otros Peligros en Internet»
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«Hoy es Mañana…»
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